martes, 8 de enero de 2013

Madrugar


Me levanto a las 6.30 y el sueño se apodera de mis párpados impidiéndome abrir los ojos. Da igual la hora a la que me acueste, antes, después… dormir más horas o menos, la sensación de sueño me parece la misma. Pienso en el trabajo, no quiero estar allí, no quiero estar en ninguna parte, quiero dormir. Quiero despertarme sin saber qué hora es y sin preocuparme de cuándo tengo que levantarme.

Pero no puede ser, tengo que levantarme y tengo que ir a trabajar. Hoy será un día largo.

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