Hoy es el Blue Monday (lunes triste), no lo sabía y de hecho hasta que no lo he sabido tampoco me había sentido especialmente mal. La verdad es que me sentía como se podía esperar que se sintiese uno levantándose a las seis de la mañana, después de dos días de fiesta, en lunes y con lluvia. Según dicen los ingleses el tercer lunes de enero es el Blue Monday. Es triste porque es lunes, porque todavía no se cobra el salario para hacer frente las deudas de la navidad y porque generalmente hace mal tiempo (como hoy). Para mí es como un lunes normal pero con el añadido de la lluvia y el frío.
El fin de semana me ha dejado un sábado en solitario, en el que he visto tres películas: The judge, Fury y El Amanecer del planeta de los simios. Lo que he disfrutado viendo las películas ha ido decreciendo, precisamente, en el mismo orden en el que las he visto. Si tengo que recomendar una de las tres recomendaría la primera solamente, es la única que merece las dos horas que dura.
No me apetece añadir nada más, es blue Monday y al final han terminado por pegarme el mal rollo. Que no se haga muy larga esta semana, que salga el sol más pronto que tarde…
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