martes, 10 de febrero de 2015

Microrelato: el joven abogado


Había una vez un joven cuyo sueño era ser abogado. Para cumplir aquel sueño dedicó gran parte de su juventud a estudiar sin descanso. Se esforzaba más que nadie por conocer todas las leyes que existían y finalmente consiguió graduarse. Los comienzos fueron difíciles pero su empeño y dedicación arrojaron sus frutos cuando un gran bufete de abogados le fichó como becario. Pasó un año muy duro pero tuvo la oportunidad de trabajar en un impresionante edificio, un rascacielos en pleno centro de la ciudad. El trabajo de becario era agotador y estaba sometido a un gran estrés. Aquella situación hacía que le costase terriblemente conciliar el sueño. Una noche, en un intento por dormirse intentó la famosa táctica de contar ovejas. Cuando llevaba exactamente seiscientas sesenta y cinco ovejas algo sucedió. La oveja que seguía se detuvo ante el cercado, sin llegar a saltarlo. Giró su cara con gesto serio y le dijo: ¿Tú crees que es normal tener que contar ovejas para dormir? ¿Realmente te gusta lo que haces? ¿Alguna vez te acuerdas de cómo te fascinaba el antiguo Egipto?

El joven salió de inmediato de la ensoñación en la que estaba sumido y aquella idea arraigó fuerte en su cabeza. Durante los siguientes días no paró de pensar en aquella oveja y en el extraño mensaje que le había transmitido. A raíz de aquello, un montón de recuerdos le volvieron. Recordó aquellos libros sobre Egipto y los faraones. El misticismo arcano, el libro de los muertos y el simbolismo mágico del escarabajo. De pequeño le había fascinado todo lo relacionado con las pirámides, el secreto que había detrás de su construcción y el poder que parecía emanar de ellas. Aquellos días comenzó a dedicar cada vez más tiempo de su trabajo a buscar información por internet, a investigar sobre Egipto y su cultura. Finalmente terminó por dar el pasó y decidió dejarlo todo, comprar un billete a egipto y marcharse a vivir su redescubierto sueño.

Fin

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