lunes, 11 de mayo de 2015

Partida de Vampiro la Mascarada en el VII Epic Day

Tal y como comentaba en el anterior post, el sábado por la tarde estuve en el VII Epic Day. El plan que tenía el jueves era el de ir el Sábado por la mañana pero al final salió lo del traje y tuve que dejarlo para la tarde. Igualmente tenía pensado ir solamente a una de las partidas (mañana o tarde). Lo mejor del día fue volver a encontrarme con dos viejos amigos: Gorre y los Juegos de Rol. Al primero hacía más de un año que no lo veía y prácticamente los mismos que no tenía ninguna clase de comunicación con él. El Rol hacía también casi un año que no jugaba a nada, desde que narré la partida de Illuminati sobre los atentados de Boston.

La partida del sábado fue de Vampiro la Mascarada, un juego al que sí que puedo decir que hacía años que no jugaba. Los cinco jugadores que la jugamos éramos del Clan Toreador (personajes pre-construidos), a uno de ellos le tocaba ser el "protagonista" o gancho de la historia, cosa que el Máster ya avisó. Aún así el gancho pasó a ser interpretado por un tipo que, en mi opinión, no estuvo a la altura y que hizo la partida no tomase la profundidad que podría haber tenido. Yo llevé a un escritor de terror de éxito, con 7 bestsellers a sus espaldas, un vampiro "recién" creado que hasta todavía mantenía a su familia humana. En toda la partida hubo más palabras e interpretación que otra cosa, hasta el punto que solamente tiré los dados una vez en tres horas y media (lo cual no me parece mal, que conste).


Pues el gancho era un vampiro con aires de grandeza, un chalado que aglutinó a una gran cantidad de humanos a su alrededor hasta formar una secta que llevaba operando durante 10 años. En algún momento se le ocurrió que era una buena idea explicarle al jefe de un grupo paramilitar (unos locos de la supervivencia) que los vampiros estaban entre ellos y que tenían que aprender a combatirlos. Supuestamente ese grupo supondría su "ejercito privado" y una manera de defenderse contra las amenazas que le hostigaban en su imaginación. Como era obvio algo iba a salir mal y la historia comienza cuando a uno de los miembros de ese "ejercito" lo detiene la policía mientras llevaba una bomba en el coche… En ese punto se nos reúne a varios miembros del Clan Toreador para ver qué podemos hacer para solucionar el problema y evitar que se rompa la Mascarada. 

Realmente no sé por qué le hicimos caso e intentamos ayudarle a solucionarlo, en sí podríamos haberlo denunciado directamente al Comisario de la ciudad. Su actuación fue una temeridad más propia de un pirado megalómano que de un vampiro respetable. Supongo que el miedo era que la Princesa se pensara que lo del grupo paramilitar caza-vampiros era una especie de intento de golpe de estado orquestado por todo el Clan o algo así… quizá por eso intentamos ayudarlo. La primera intervención pasó por meternos en la comisaria con dos acreditaciones falsas de la NSA (quizá los que hubiesen llevado el tema de terrorismo hubiesen sido Homeland Security, ya que la NSA es la agencia que vigila la "Información" y HS los temas de terrorismo y catástrofes…). Conseguimos meternos en la comisaría y llevarnos al detenido a un piso franco. Allí lo interrogamos y vimos el alcance del problema. No sé por qué al final se decidió matar a esa persona (humano) y a todos los miembros del grupo paramilitar (llamados cráneos negros). Creo que la decisión vino por el "consejo" del mentor de líder de la secta. A partir de ahí la cosa se dispersó un poco y se hicieron dos grupos, por un lado dos vampiros tenían muy claro que había que denunciar al líder sectario al comisario. Por el otro el líder, otro vampiro y yo intentábamos encontrar otra vía para resolverlo. La denuncia se hizo "por detrás" aunque el líder sectario lo sospechaba. A mí sí que me lo dijeron. Primero intenté convencer al líder de que una posible solución era exponer a los cráneos negros, limpiar todo vínculo con ellos y alertar al principado de la amenaza, quedando nosotros como héroes. Una vez vimos que los otros dos vampiros ya le habían denunciado le convencí de que lo mejor era entregarse y colaborar en todo, esperando indulgencia para evitar la pena capital. 

Finalmente la historia se resolvió de la siguiente manera. El líder de la secta cogió todos sus papeles y se entregó al comisario. Éste vio una buena oportunidad para "hacerse" con un grupo paramilitar caza vampiros y lo ocultó todo, perdonando al infractor. Nosotros nos quedamos igual que estábamos aunque es bastante probable que en un futuro intentasen matarnos por saber demasiado. La historia quedó perfecta para continuarla, para formar parte de una campaña más larga (cosa que creo que era así).

En fin, que la partida mereció la pena, se notaba que algunos jugadores estaban muy verdes pero al menos aquello no se convirtió en un sinsentido de violencia (que podría haber pasado. Por ejemplo entrar en la comisaría matando a todos…). Pero en general estuvo muy bien y hubo buen rollo entre los jugadores (esas cosas que pasan entre desconocidos). Lo que sí diré es que ya tengo ganas de jugar otra vez… a ver si lo consigo :D

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