Estampado contra la realidad como una cucaracha de motel

Aquí volvemos a estar. Normalmente ya me llevo un buen topetazo en el regreso al trabajo después del verano pero esta vez ha sido especialmente dramático. Llegué a Barcelona el sábado pasadas las nueve de la mañana desde New York por lo que se me aplicó automáticamente un +6h al reloj. Es decir, en el momento de aterrizar para mi cuerpo eran sobre las cuatro de la madrugada… el sábado lo pasé bastante bien y nos pusimos a ver una película por la noche para irnos a dormir tarde. Sobre la 1 de la mañana nos fuimos a dormir y no tuve demasiados problemas (me tomé una pastillita de melatonina para ayudar). El domingo me desperté bastante tarde y por la noche me costó mucho coger el sueño (nuevamente pastillita para ayudar al cerebro a conectar con la hora española).

Han pasado muchas cosas este mes… bueno, en sí dos cosas: la boda y el viaje. Pero es que el viaje ha sido muchísima tela… 25 días, más de 5.000 km recorridos en coche y experiencias de todo tipo… No me extenderé mucho porque tampoco me apetece… siento que este viaje me ha cambiado más que el de la India (por otro lado era fácil) y tengo muchas cosas sobre las que reflexionar… no soy el mismo que se marchó a principios de agosto y en sí aún me tengo que habituar a vivir aquí otra vez… estar de vacaciones te desconecta pero si encima te vas a un país tan distinto aún pude ser más radical… así que me despido por hoy. Seguiré escribiendo, pero a ver qué escribo… :D un saludo a todos!