Al fin
es viernes y aunque ayer tuve bastante ajetreo no dudé ni un momento en ponerme
a instalar Ubuntu 13.04. Formatee "/" y dejé intacto
"/home". De esta manera limpié la anterior instalación y me dispuse a
instalar Ubuntu desde 0, también reduje la Swap a la mitad de 4Gb a 2Gb (cuatro
era demasiado). La .iso la bajé en el trabajo y me la llevé en un pen y en casa
la grabé en un DVD-RW.
La
instalación fue muy rápida y en unos minutos ya tuve instalada la nueva versión
:D. Sin embargo el hecho de no partir de una partición "/home" limpia
hizo que el sistema intentara cargar la configuración de Unity que había tenido
anteriormente por lo que los iconos personalizados de "Faenza" no se
veían y en su lugar había un espacio transparente… pasaba lo mismo con los
iconos de las carpetas… me pregunto si el hecho de no formatear también la
partición del usuario me traerá algún problema… espero que no
Pero
bueno, que lo de los iconos no tuvo más problema que añadir el repositorio de
los iconos y volverlos a instalar mediante la consola (suerte del Post que hice en su día).
Por lo
demás ahora me quedará instalar un montón de cosas… la primera será cinnamon. Y
no quiero ni pensar en todas aquellas pequeñas cosas que he ido haciendo
(integrar clemetine en el panel, instalar el escaner, quitar ubuntu one…), pero
bueno tiraré de memoria y tiraré del blog para recordar aquellos cambios que
hice. Pero empiezo a pensar que cambiarse habrá sido una buena decisión. Así
como de 12.10 al día siguiente ya leí cosas negativas y dudas, de la nueva
versión sólo he leído cosas buenas y sobretodo la notable mejora de rendimiento
que ha experimentado el sistema. Estos días os lo diré cuando lo pruebe.
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