sábado, 1 de junio de 2013

Los vampiros de Ca'l Manel: Partida de Inocentes


Los jugadores eran niños que se marcharon de colonias a una masía durante cuatro días. Comenzaron su estancia con una actividad en el bosque, segregados en grupos de cuatro y con la ayuda de un mapa con el que tenían que encontrar un tesoro. Su interpretación del mapa les hizo llegar a un pequeño claro con una gran roca donde encontraron enterrado un cofre que contenía caramelos y monedas. La ingesta de los caramelos del cofre no fue una gran idea y alguno terminó bastante mareado. Cerca de la gran roca encontraron una especie de cobertizo, donde fueron acechados por una criatura grande y peluda que no terminaron de ver del todo. Al refugiarse en el cobertizo encontraron una trampilla en el suelo que conducía a un sótano. El sótano no hizo más que darles mal rollo porque parecía estar perfectamente equipado para desangrar y descuartizar a cualquier cosa: cuchillos, ganchos en el techo, platos de metal... Pasado un rato parecía que la criatura se había marchado y aprovecharon para volver a la casa de colonias.
Una vez allí recibieron halagos por haber encontrado el tesoro y se sentaron a comer en el comedor. Después de una merecida siesta se levantaron para reanudar las actividades y se dieron cuenta de que una de las integrantes del grupo no se había levantado. Cuando fueron a verla a su habitación la encontraron pálida y sin ganas de levantarse. Todos se asustaron al comprobar que tenía un par de marcas en el cuello, lo que les llevó a pensar que estaban enfrentándose a vampiros. Convencieron a la profesora para quedarse en la casa junto con otro profesor. El resto de niños y profesores se marcharon a hacer actividades al bosque.
Pronto algo comenzó a hostigar al grupo, amenazando con entrar. Intentaron ir a buscar ayuda al piso superior donde estaba el profesor. Al llegar allí se lo encontraron sentado en un gran sillón, totalmente desangrado y muerto. Estaban solos y se vieron sorprendidos por la criatura, que irrumpió en la sala. Era algo parecido a un lobo, pero más grande y peludo, sus dientes afilados medían dos o tres dedos y sus ojos eran brillantes y rojos. En una maniobra más bien cruel y egoísta uno de los niños le dijo a otro (pnj) que era como con los dinosaurios, "si no te mueves no te verán", le dijo. Alberto, que así se llamaba, no se movió y la bestia no dudó un segundo en abalanzarse sobre él y comenzar a despedazarlo, momento que los demás jugadores aprovecharon para escapar. Corrieron a la habitación en la que estaba la niña enferma, pero ésta no estaba allí, sólo quedaban sus zapatos con la suela manchada de tierra y sangre.

Horrorizados huyeron al bosque, al punto de encuentro, en busca de otra profesora, pero no encontraron a nadie. Nuevamente se vieron acosados por ruidos y se fueron a ocultar en cobertizo, bajando al sótano. Allí la falta de luz les impedía ver con claridad y la única luz proveniente de una linterna les iba guiando. El haz de luz les mostró varios fardos colgados de los ganchos del techo y platos dispuestos bajo los mismos. Inmediatamente lo relacionaron con sus compañeros y su profesora, colgados y desangrados hasta la muerte. Vampiros! Salieron y fueron atacados por un ser blanquecino, alto, delgado en extremo y de largas extremidades. Sus afilados colmillos intentaron atravesar la piel de los niños, pero estos reaccionaron rápido y gracias al poder mental lanzaron un cuchillo directo al monstruo. Otro niño sacó de su bolsillo un extraño artefacto que resultó ser una pistola de rayos UVA, gracias a la cual consiguió quemar y destruir al vampiro.

De vuelta a la casa un lobo les persiguió, pero llegaron a tiempo para cerrar la puerta tras ellos. Allí escucharon una especie de cantinela no identificable que provenía del comedor. Con mucho cuidado se acercaron al lugar, que estaba a oscuras, pero no encontraron a nadie, sólo una tarta con unas velas. En ese momento, la puerta de la entrada cedió y la peluda criatura entró en la casa. Los niños corrieron al piso superior pues todas las ventanas de la planta baja tenían barrotes. En una de las habitaciones del piso de arriba atrancaron la puerta y ataron unas cuantas sábanas para bajar por la ventana. Consiguieron descender fuera de la casa, pero la criatura irrumpió en la habitación y se encaramó a la ventana. En ese momento uno de los niños cogió una piedra y la lanzó a la bestia, con tan buena puntería que le acertó en la cabeza y cayó al exterior de la casa, muerta. En unos segundos el lobo volvió a cambiar al mismo ser alargado y blanquecino, como el que habían matado en el cobertizo.

Nuevamente volvieron a oír la cantinella de antes. Corrieron al interior de la casa y se dirigieron al comedor. Una vez allí las luces se encendieron y se encontraron con una fiesta de cumpleaños, la de la niña que se había quedado en cama. Los niños explicaron desconcertados su historia y todas las cosas que les habían pasado. Pero nadie les creyó.

Siempre les quedará la duda de si todo fue pura imaginación.
Me gustó la partida, aunque sé que me dejo muchos detalles en el tintero al intentar explicarla. En relación al sistema decir que ha sido curioso eso de no utilizar dado, aunque en más de un momento me hubiera gustado poder disponer de ellos, sobretodo estando acostumbrado a hacer tirar a los jugadores por “descubrir” o “percepción”. El sistema de tabas está bien, aunque se hace difícil calcular de manera justa la dificultad de las acciones (la edad del niño para hacerla) y en mi opinión hay demasiado puntos de inocencia, y eso que prácticamente no les dejé recuperar nada. Eso hizo que mis jugadores pudieran conseguir poderes que deberían haber sido caros... que siempre se puede hacer que cuesten más puntos pero... no sé, algo me faltaba.

La temática estuvo bien, con la ayuda de luz graduada al mínimo y música ambiental de terror creo que se consiguió esa sensación de asfixia, inquietud y miedo que hacía falta para disfrutar del juego. La interpretación de los jugadores estuvo muy bien y aunque al principio todos estábamos un poco descolocados (sobretodo yo), a los pocos minutos ya nos vimos inmersos en la aventura y a partir de allí cada vez se interpretó más y mejor. Al acabar todos estuvimos de acuerdo en que se trata de un juego al que jugar muy de vez en cuando dado que la intensidad de lo que pasó en la partida haría pesado jugar más seguido.

Así pues, la siguiente partida quiero que sea bajo el sistema 1o3D10 (RyF) y en una temática diferente. Estoy pensando alguna idea de partida basada en la época actual, de corte realista y con trama conspiranoica, al juego de Illuminati que ya comenté hace unos días.

No hay comentarios :

Publicar un comentario