Parece turrón pero pegarle un bocado a este jabón podría enviarte al hospital
Hacía ya meses que
compramos la sosa cáustica en Can Boter para aventurarnos en la fabricación de
jabones pero hasta este fin de semana no nos habíamos aventurado a probar. En
internet se pueden encontrar infinidad de recetas diferentes para hacer jabón y
la verdad es que cuando te pones no sabes bien bien cuál utilizar.
Al final usamos una de un
vídeo de Youtube y todo parece indicar que ha salido correctamente. Hicimos uno
muy básico, de aceite de oliva virgen extra (sin usar) con un poco de colorante
rojo y algo de perfume de frambuesa. El color al juntarse con el amarillo del
aceite se quedó en naranja, que al irse secando parece tender más hacia el rosa
y el olor creo que tampoco lo ha cogido demasiado… pero bueno, fue una primera
prueba.
El proceso es muy simple
y lo único que requiere es los ingredientes, una báscula y mucha precaución por
la sosa. Aquí los ingredientes que usamos (lo líquidos también en gramos, de ahí
la báscula):
- Aceite de oliva (500 g)
- Sosa Cáustica (70 g)
- Agua (165 g)
Y a parte nosotros usamos
un poco de perfume y colorante alimenticio rojo (a ojo).
El proceso es muy
sencillo, se pone el agua en un recipiente de plástico (teniendo en cuenta que
se calentará mucho) y añadimos con cuidado la sosa. La reacción química
desprende vapores por lo hay que hacerlo en un sitio ventilado e intentar no
tener la cabeza justo encima. Con una cuchara de madera vamos removiendo hasta
que se disuelva la sosa y lo dejamos enfriar unos 10 minutos. El aceite lo
calentamos a fuego bajo hasta que tuvo una temperatura de unos 40ºC, al no
tener termómetro lo tuvimos que hacer a ojo. Cuando ya esté listo echamos el
aceite en la disolución de sosa y le damos con la batidora (tranquilidad, que a
la batidora no le pasará nada, después hay que limpiarla bien). La textura que
tiene que tener es la que al dejar caer masa se forme el rastro en la
superficie. Este es el momento para añadir el colorante y los aromas.
Cogemos la mezcla y la
metemos en el molde. Nosotros reciclamos un brick de leche para hacer un
ladrillo grande. Tiene que estar en un lugar fresco y ventilado (que lo de el
sol) durante 24h. Pasado ese tiempo ya lo podemos desmoldar para cortarlo en
piezas más manejables. Una vez cortadas las nuevas piezas las dejaremos curar
en un sitio fresco y ventilado (y al resguardo de la luz solar) durante al
menos 3 o 4 semanas para que se le vaya la Sosa Cáustica.
La verdad es que ha sido
muy divertido hacerlo y ya nos están entrando ganas de comenzar a jugar con
mezclas de aceites y grasas (aceite de coco, manteca de karité, aceite de rosa
de mosqueta…) y aromas. Dentro de unas semanas ya comentaré si han salido bien
y si es agradable limpiarse con ellos. Regalaremos a la familia porque nos han
salido 11 jabones… jajaja y teniendo en cuenta que queremos probar a hacer otra
prueba…
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