Cuando el tiempo parece detenerse y la ausencia de banda sonora lo satura todo la acción se vuelve lenta y cincuenta minutos parecen dos horas. Hace unos días hemos retomado la segunda temporada de Breaking Bad y al poco de retomarla ya nos acordamos por qué la dejamos de ver… es terriblemente lenta y tediosa. En el último evento familiar al que asistí lo comenté y lo usé de justificación para no haber visto la serie (que ya terminó en su quinta temporada). "Dale una oportunidad –me dijeron- la segunda temporada es muy lenta pero luego mejora y el resto de serie es una pasada". Así que ahí estamos, dándole una oportunidad.

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