Final de semana. El sol
sale, escondido entre las nubes, y todo apunta a que será un día de mierda (por
culpa del tiempo). Las horas pasan, el momento de salir del trabajo se acerca y
esa sensación se disipa. La expectativa de un nuevo fin de semana siempre hace
que todos los males y el mal rollo se disipen.
Esta tarde, antes de ir a
buscar a mi amor, es bastante probable que pueda disfrutar de un capítulo de la
última temporada de True Blood, creo que voy por el 5. La serie está
degenerando bastante y todo me hace temer que terminará de mala manera… es una
pena porque la verdad es que ha tenido momentos y capítulos realmente buenos…
pero también es cierto que últimamente ya no es lo que había sido… tendré que
esperar para ver si se convierte en mierda pura.
Antes de ayer finalmente
sucumbí a lo inevitable y quité linux en el portátil de mi pareja para volverle
a poner Windows XP. Lo sé, soy despreciable… jajaja sé que es un sistema que
está llamado a morir, puede verse a una de las tres parcas sujetando unas
tijera que están a punto de cortar su mugriento hilo de la vida. Pero bueno,
todo sea por darle a ella lo que quiere y sobretodo lo que necesita… trabajando
tanto con MS Office (y para su trabajo) no se puede permitir que el ordenador
le de errores o que se cuelgue. Así que nada, XP actualizado a tope y no tiene
por qué pasar nada. Eso sí, Dropbox configurado y todo el trabajo a salvo en la
nube.
Así estamos, terminando
la semana, despidiendo a Linux en un ordenador y recuperando XP.
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