En este vídeo hecho por Xataka vemos claramente por qué el simple gesto de cambiar el disco duro de nuestro ordenador por un SSD le puede revitalizar de una manera que no esperas. En un ordenador de escritorio no hay excusas para no tener SSD puesto que podemos montar varias unidades sin problemas. Esto nos permite tener un SSD de 64 o 128 GB para el Sistema (que son baratos) y un HDD secundario de 1 TB o más para los archivos multimedia.
Recordad que en el caso de los portátiles también se puede hacer el brico-truco de quitar la unidad óptica para sustituirla por un SSD, mantenido el HDD de 2,5" que lleva el portátil. Yo lo hice (otro post)!
Post de Xataka
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