Ya queda atrás el fin de
semana. Pensaba que iba a ser reparador, que iba a hacer muchas cosas, pero no
ha sido así. La sensación general no ha sido buena y lo único que hace es
hacerme más consciente de que no me gusta la vida que estoy llevando. Falta
algo, falta una tranquilidad y un equilibrio que ahora mismo no tengo. A decir
verdad sobran cosas, muchas cosas. Elementos negativos que no hacen más que
alterarnos, generarnos estrés y males de cabeza que se pueden evitar. A veces
me gustaría poder escribir estas líneas siendo totalmente anónimo, sin que
nadie pueda relacionarlas conmigo. Pero no es así, si escribo aquí el 99% de la
poquísima gente que lo leerá me conoce y sabe quién soy. Pero aún así escribiré
esto: el 2015 quiero sea un punto de inflexión, quiero que las cosas cambien y
que mi vida sea diferente. Una vida mejor, más tranquila, con menos
preocupaciones por tonterías.
Comienzo una nueva
semana, nos acercamos a la mitad del mes y febrero se acerca. Este año tengo la
boda y ya será un punto de cambio importante, con el viaje y todo… así que
espero llegar a ese punto mucho más maduro y aprovechar todo lo que pueda
ofrecerme ese momento de mi vida.
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