Los martes ya tienen otro color, por eso ayer me abstuve de escribir el típico post de “odio a los lunes”, no hubiese podido escribir una bitácora positiva sin esforzarme mucho. Ayer dediqué una horita y media a ver la película Cooties. Me gusta cuando las películas duran sobre los 90 minutos porque así aunque sea un truño la sensación de pérdida de tiempo es menor. El argumento de Cooties es simple: un joven regresa al colegio de su pueblo natal para sustituir a una profesora que se ha puesto enferma. Al mismo tiempo una granja de pollos en ese lugar parece tener una infección y nuggets de pollo elaborados con esa carne llega a la escuela. Se masca la tragedia (literalmente). La niña que se come el nugget contaminado (con un color sospechoso y nauseabundo) se contagia de un virus que la convierte en zombie (como una bestia sin control con sed de sangre). A partir de ahí todo es festival de la sangre.
El protagonista es Elijah Wood (Frodo Bolsón en ESDLA) y sin bien no hace un papelón tampoco termina de estar mal. La películas es una comedia así que no esperéis grandes interpretaciones.
Tenía la impresión de que la película no me iba a decepcionar y por suerte acerté. Al más puro estilo de Shaun of the dead, Black sheep, Slither o incluso Braindead la película es divertida y tiene muchos toques de humor satírico. En ningún momento se me hizo pesada y al terminar me quedé bastante satisfecho (aunque no tiene un final cerrado).
Sin duda una buena opción para ver con amigos y reírse (en algunos momento, tampoco es un no parar). También os digo que hay otras opciones mejores que podéis ver dentro del mismo estilo)
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