Vuelta al lunes,
qué más os voy a decir. Hoy ha sonado el despertador y no sabía dónde meterme… parece
que para la hora que suena siempre me encuentra durmiendo profundamente (lo cual
es peor). El fin de semana me ha dejado con algunas partidas al Dying light,
entre ellas la que conseguí derrotar al demoledor en la arena, después de ser
capturado por Rais. Me llevó como unas cuatro muertes darme cuenta de que el
punto débil del bicho estaba en su vientre… después de eso me dediqué a
lanzarle cuchillos y no tarde mucho en matarlo, aunque me esforcé mucho porque
para ese momento ya estaba con 35 de vida. Tras matarlo Rais decide matarme y
yo respondo cortándole una mano y huyendo. Las siguiente partidas continuaron
en la zona cero de la ciudad. Me gusta esa parte de la ciudad, edificios altos
y muchos riscos a los que asirse en mi parkour desenfrenado. Tengo ganas de
seguir jugando, a ver si esta semana puedo ir avanzando más.
Justo hoy me he
comenzado el libro Fahrenheit
451, de Ray Bradbury. Una distopía en la que los libros están prohibidos y
una brigada de “bomberos” (firemen) se dedican a quemarlos y a matar a los que
saben libros de memoria. Apenas he comenzado con el prólogo… a ver si me puedo
poner un rato hoy. Tengo muchas ganas de leerlo, a ver si consigo que me
enganche porque hace años que no leo ningún libro.
Poca cosa más… el
fin de semana ha sido tranquilo y prácticamente no he salido de casa con tanta
lluvia, viento y mal tiempo. Poca cosa más en este lunes que comienza con pocas
ganas… ánimos a todos y caña al lunes.
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