Amigos, amigas...
me llena de orgullo y satisfacción presentar aquí mi nuevo juguete (gadget) que
llevaba tantas semanas esperando con ilusión. Se trata del Mi Purifier 2, el
purificador de aire de Xiaomi. El año pasado ya hablé de él fugazmente en el
blog (post)
y en aquel entonces costaba 160€. En ese post ya daba algunos datos sobre el
aparato pero me parece sencillamente genial por los 109€ que me ha terminado
costando a finales del año pasado.
Venía en una caja
de cartón grande, protegido por corcho blanco y dentro del paquete solo había
el purificador con el cable de corriente con toma china directamente dentro del
mismo dónde está el filtro. Por suerte tenía un portátil muy viejo que no voy a
usar y he aprovechado que el cable es compatible (la clavija es de tres puntas) así que lo pude usar nada más ya que el cable
con el que venía tiene clavija china.
El purificador
tiene un botón con el que se controlan los modos de uso, que son tres:
Modo Automático,
que regula la potencia en función del nivel de la calidad del aire
Modo Noche, se
mantiene siempre a baja velocidad y prácticamente en silencio
Modo Salud, pone
el trasto a toda castaña y es la manera más rápida de purificar el aire (se
puede regular desde la app)
En el momento de
ponerlo en marcha me marcaba 22 micro-gramos/m3 de aire de PM2.5 (partículas de
más de 2,5 micras en suspensión. Un nivel mejorable aunque no horroroso. Al
poco rato de tenerlo en automático la medición bajó a 9 micro-gramos/m3. El
sensor láser de partículas lo fabrica Sharp y aunque no creo que llegue a
niveles de purificadores de 500€ la verdad es que según dicen es fiable.
También se puede
controlar desde el móvil para lo cual no tiene una app propia sino que se debe
usar la app de Xiaomi Mi Home y añadir el dispositivo. Desde la app podremos
ver el nivel de PM2.5 que detecta, la temperatura y la humedad. Podremos
cambiar los modos, la intensidad del led y establecer programas de encendido y
apagado, entre otras cosas. Según leí existe la posibilidad de configurar que
se ponga en marcha cuando detecte que llegamos a casa (por ejemplo cuando se
conecte nuestro móvil a la wifi de casa) y de que se apague cuando nos
marchemos. De momento no he encontrado esa opción y es que me temo que
necesitaría la central de domótica Mi Gateway (20€) para hacer eso. En
cualquier caso tampoco es tan engorroso programarlo o encenderlo desde el móvil
(incluso desde fuera de casa).
El filtro, según
la marca, tiene una vida útil de 145 días funcionando a pleno rendimiento. Teniendo
en cuenta que está pensado para las ciudades Chinas, las cuales están muy
contaminadas, supongo que yo podré seguir usándolo durante mucho tiempo más. El
aparato tiene un botón en la parte trasera que es para resetear el estado del
filtro cuando lo cambias, así que puedo resetearlo cuando me diga que tengo que
cambiarlo. Faltará verlo pero yo creo que lo cambiaré una vez al año en vez de
una cada 5/6 meses.
En cuanto al filtro se venden tres modelos diferentes que se pueden identificar por el color del mismo: (precios de hoy)
Versión económica azul, con el que viene (31€)
Versión mejorada verde (37€)
Versión antibacteriana lila (42€)
Poca cosa más, le
tenía muchísimas ganas a este gadget y espero poder probarlo en condiciones cuando
llegue la época de las alergias por polen (aunque polvo hay todo el año). Aunque
no vivamos en una ciudad excesivamente contaminada lo veo un aparato útil para
los alérgicos y seguro que con el tiempo el tema de la contaminación termina
yendo a peor.
Si queréis
comprarlo yo lo compré en Gearbest enviado desde China: AQUÍ.
Hay otras opciones de almacén en Europa que suben el precio (salvo el EU-12 que
está por 132€ ahora mismo).
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