miércoles, 21 de octubre de 2020

Pensamientos, cerca de terminar el año

Mitad de semana. A una semana de terminar el mes y en nada estamos en noviembre. Este año se está escurriendo como no se ha escurrido ningún año… empezamos con una buena garrafa y se nos hicieron tantos agujeros a lo largo de los meses que dudo de que podamos llegar a 31 de diciembre con buen ánimos y esperanzas para un 2021. Así de primeras yo diría que ha sido un año muy mierder, el año anterior terminé bastante jodido y quemado y este año, pese a que habíamos empezado con algo más de ilusión, llegó la pandemia y terminó de sodomizarnos a lo bruto. Ahí estamos todavía, con cara de tontos, mirando hacia los lados, arriba y abajo, agachando la cabeza por las nuevas hostias que todavía no sabemos que están de camino.

Pero si me paro, con la mente clara, a revisar cosas que me han ido sucediendo en lo que llevamos de año la verdad es que puedo estar contento con muchas de las cosas que me han pasado. Sobre todo por con quién me han pasado. A pesar de todo, nos reencontramos en un confinamiento que nos aisló del exterior, en el mejor de los sentidos. Nos hizo recordar que no necesitamos a nadie más. Pasado aquello encontramos la manera de irnos de viaje, aunque fuese en nuestro coche y aunque no fuese tan lejos como otros años. Disfrutamos mucho de aquellas semanas y las atesoraré siempre en mi corazón. Han seguido llegando cosas buenas, por encima de toda la confusión, el desánimo y el mal rollo de estos meses. Hemos seguido sabiendo pararnos para estar juntos y no necesitar nada más. Poco más de dos meses nos separan de terminar el año, de empezar un 2021 que espero que nos traiga más cosas buenas que malas. La conclusión en este año es la fuerte sensación de incertidumbre, el hostigamiento de la idea de que la vida es frágil, de que en cualquier momento todo puede irse a tomar por culo y sumirnos en la desesperación y la tristeza más absoluta. Recientemente me encuentro a mí mismo luchando con esa idea, que me persigue y me asalta cuando menos me lo espero. En esos momentos solo quiero anestesiar mi mente con acciones superfluas, o cerrar los ojos y dormir hecho uno ovillo, deseando con fuerza que al volver a abrirlos hayan desaparecido por una buena temporada. Ahora solo quiero poder terminar el año sin malas noticias, poder centrar la mente en los momentos buenos, en los felices.

Poca cosa en este miércoles de mitad de semana, de casi finales de mes. Muchos ánimos a todos.

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