Vuelta al lunes,
el fin de semana ya ha pasado y ahora toca retomar la actividad laboral. Este
fin de semana por fin fue la fiesta sorpresa de cumpleaños y yo ya me puedo
considerar liberado del tema de la preparación de la misma. Así que ahora ya me
podré dedicar a mis cosas, a seguir leyendo, a ordenar archivos del ordenador y
a ver alguna que otra serie o película.
Para empezar ayer
me dio un subidón minimalista. Me puse a ordenar y tirar cosas que tenía en la
habitación de los ordenadores. Al final terminamos con tres bolsas de basura
pequeñas llenas: la primera de papel, la segunda para la “deixalleria” y la
tercera de basura general. La cosa fue bien, quité muchas cosas inútiles y dejé
bastante bien organizados los cajones. No terminé pero es un buen avance. Por
la tarde volví a retomar el libro de la playa y pude avanzar hasta un 53% :P ya
he pasado el ecuador. Luego dedicamos un rato a hacer una lista de propósitos siguiendo
las indicaciones de un curso de Programación Neuro-Lingüística que estamos
haciendo en el trabajo. De esos propósitos puedo destacar tres: leer más, hacer
más ejercicio y poner orden/limpiar más la casa. En sí es cómo los propósitos
de año nuevo o la carta a los reyes magos. La diferencia tiene que venir porque
estos “propósitos” tienen que tener detrás un trabajo de organización y
definición de las tareas necesarias para llevarlos a cabo, así como una
temporalización de los mismos. Por ejemplo, no sirve solo decir “leer más”. Hay
que cuantificarlo, desgranarlo en tareas y hacerles un hueco en nuestra vida
diaria (calendarizarlas). En este ejemplo podría decir “Me propongo leer al
menos un libro cada dos meses”. Si parto de la base de que ahora mismo me
estaba leyendo cero libros al año estaría hablando de pasar a leerme 6 libros
al año. Parecen pocos pero en comparación con los que vengo leyendo son muchos.
Después de fijar el objetivo (1 libro cada dos meses) entonces hay que
plantearse las tareas para conseguirlo. En este caso es muy fácil: ponerse a
leer. No requiere nada más, solamente hacerse con el libro y dedicarle rato a
la lectura. Y ese “rato” nos lleva a la siguiente cuestión: ¿cuándo puedo
dedicarme a leer? Es difícil encontrar un día de lectura pero podría establecer
que necesitaría una o dos sesiones de lectura a la semana. Si cada sesión es
de, pongamos, una hora eso nos daría 2 horas a la semana y 18h en 2 meses. ¿Es
suficiente con 18h para leerme un libro? Pues ni idea xD porque no sé lo rápido
que leo y cada libro es diferente. Pero esa es la cosa, se puede hacer un
planteamiento inicial y después ir ajustándolo a la realidad. Si cambiase las
dos sesiones semanales de una hora a leer media hora cada día antes de irme a
dormir aumentaría la dedicación semanal a 3,5h. Lo que a su vez supondría una
dedicación bimensual de 31,5h… Como veis dedicar solo media hora al día supone
mucho tiempo con el paso de las semanas.
Me tengo que
volver a sentar para ir desarrollando esos propósitos y luego vendrá lo más
difícil que es ponerme a hacer las tareas. Pero me parece una buena manera de
establecer objetivos porque así podemos afrontarlos con planificación y poco a
poco. Creo que intentaré terminar el libro de la playa antes de que acaba el
mes (el martes que viene) para así comenzar con mi propósito de lectura en NOV+DIC
para el primer libro. Para decidir qué libro leer haré una encuesta en Twitter
con los dos candidatos que ya he pensado xD. Quiero comenzar a leer a Arthur
Conan Doyle y también a Julio Verne así que buscando información mis dos candidatos
son: “Los hijos del capitán Grant” (1867) de Julio Verne y “Estudio en escarlata”
(1887) de Arthur Conan Doyle. No creo que contesten muchas persones pero… es
por hacer la gracia. Nunca he hecho una encuesta de twitter así que si estás
leyendo esto y la encuesta está abierta… vota!
¿Por cuál libro empiezo el propósito? 🤓— Asturel (@asturel) 23 de octubre de 2017
Op.1 Julio Verne
Op.2 Arthur Conan Doyle
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