Hoy hace un mes y un día desde el último mensaje... Este blog ha caído en un letargo del que le está costando horrores salir... Sé que solo hay que poner voluntad porque contenido sí que tengo, pero me está costando mucho acordarme de él para escribir. Quizá sería cuestión de ponerme una alarma o algo.
Sigo confinado por el coronavirus desde el 13 de marzo, haciendo teletrabajo y mirando de sobrevivir a las exigencias telemáticas. Puedo decir que hacer teletrabajo cuando no se ponen los medios ni las dinámicas adecuadas es fatal para el correcto desempeño. He estado las tres primeras semanas pasándolo muy mal por las exigéncias y la falta de límites personales. Pero estas semanas me han enseñado muchas cosas y estoy seguro de que muchas cosas las viviré de otra manera cuando pueda regresar a la normalidad presencial del trabajo. De hecho quiero creer que ya comencé a vivirlas de otra manera estando aquí.
Hoy toca retomar la semana laboral de 5 días (después de venir del lunes de pascua con una semana de 4 días y la anterior también de 4 días por el viernes santo). Ya me lo tomo diferente, no quiero dejarme agobiar porque no somos sanitarios y no tenemos que salvar vidas con nuestro trabajo. Así que voy a hacer todo lo que pueda dentro del número de horas que tengo que trabajar cada día y ya está. Básicamente porque todo lo que sobrepase no queda registrado y se pierde.
En fin, por aquí sigo, camino del mes y medio encerrado. Más paciencia.
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