Se acabó el fin de semana. Hoy lunes sigue haciendo igual o más frío que cualquier día de la semana pasada. Pocas ganas de retomar la rutina y con el mes que termina mañana mismo. Este fin de semana me he agobiado bastante por cómo tenemos la casa. El cambio que hicimos de los muebles del comedor solamente hace que incrementar el grade de entropía y desorden al que está sometida la casa. En todas y cada una de las estancias hay desorden y objetos innecesarios. Esta semana espero que podamos desatascar eso, creo que intentaremos ponerlo a la venta por un precio muy muy bajo simplemente para que nos lo vengan a buscar y nos den algo. Me pasa muchas veces que me entra una sensación de urgencia por deshacerme de todas esas cosas que no uso y que sé que no voy a usar nunca. Pero pienso que tiene valor, aunque sea uno residual y es por eso que no quiero tirarlas sin más. Alguna veces pienso que tuviera que vivir sin todas esas cosas de la noche a la mañana no tendría ningún problema pero el tema del valor me cuesta renunciar a él.
Imagino una vida más simple, con menos cosas y con menos carga mental. Cada vez me doy más cuenta de la importancia de tener espacios despejados, de abrir un cajón y no tener que estar rebuscando. Si no has echado de menos algo en más de un año… realmente necesitas ese objeto en tu vida? Yo ya sé la respuesta. Ahora me tengo que remangar y ponerme a ello.
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